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domingo, 22 de enero de 2012

Sintonía Consciente

Querida familia de mi alma,

Ayer fue día de conferencia en CEADS. Presenté una vez más el trabajo Sintonía Consciente y os pongo aquí un breve resúmen y la bibliografía para los que queráis seguir investigando en el tema.

En el medio espírita, en los libros, en las conferencias, es muy común escuchar cosas como que “tenemos que cuidar nuestra sintonía”, o “tenemos que mantener el nivel vibratorio”, “vibrar en amor y armonía”, “estar en la misma frecuencia vibratoria”, “sintonía del grupo mediúmnico”, etc… Esta manera de hablar da a entender que hemos de vigilar lo que pensamos, porque podemos sintonizar con la espiritualidad superior, con el bien y con el amor; o según nuestros pensamientos podemos sintonizar con los espíritus ignorantes, sufrientes, etc. No podemos dejar a los demás la responsabilidad de nuestra propia sintonía. Todos queremos sintonizar con el amor. ¿Y cómo hago para encontrar esta frecuencia? Preparando esta conferencia, me he dado cuenta que para encontrar la frecuencia del Amor hay que mentalizar mucho. Y si os soy muy sincera, lo que he aprendido me ha sorprendido: para amar, hay que mentalizar… hay que ejercitar plenamente nuestra conciencia.
Gracias a la neurociencia, hoy en día sabemos algo que los que los espíritus ya le dijeron a Kardec en el siglo XIX: podemos mejorar nuestros cuerpos físicos a través de la educación de nuestras emociones. La neurociencia moderna lo llama plasticidad cerebral. Hasta hace muy poco se pensaba que uno nacía con la cantidad de neuronas que tendría toda la vida, pero no es así. La neuroplasticidad cerebral es la capacidad de las personas para modificar sus emociones, su conducta y hasta el funcionamiento de su cerebro. La práctica continuada de una actividad aumenta tanto el número como la conectividad de las células implicadas en su ejecución. El cerebro y el sistema nervioso generan nuevas células en función de la experiencia y del aprendizaje. El nacimiento de nuevas neuronas y el lugar que irán a ocupar en el cerebro están regulados por la actividad mental. Cuanto más usamos nuestro cerebro más neuronas creamos y estas nuevas neuronas van a parar a las partes del cerebro que más usamos. Y lo fuerte es que esto ya está ahí, en el libro de los espíritus: no son los órganos los que dan las facultades, sino las facultades las que impulsan el desarrollo de los órganos (Cuestión 370 de El Libro de los Espíritus). Esto en realidad son muy buenas noticias, porque quiere decir que si sé qué he de hacer, puedo educar mis emociones y mis pensamientos, y esto fortalecerá las partes de mi cerebro encargadas de las emociones positivas. También quiere decir, sin embargo, que si nos estoy atenta, y dejo mis emociones y pensamientos a la deriva, fortalezco las partes de mi cerebro encargadas de la tristeza, la ansiedad o la rabia. Es que no nos podemos fiar de nuestro cerebro. Tenemos que hacer el trabajo nosotros, de forma consciente.

¿Qué tiene esto que ver con la sintonía? Todo, familia. Como nos dice André Luiz, el cerebro es un tesoro que recibimos. A través suyo exteriorizamos ondas que marcan nuestra individualidad y absorbemos aquellas con las cuales podemos entrar en sintonía. Cuando emitimos una idea, pasamos a reflejarla con las que se le asemejan. Luego esa idea se hace corpórea con la intensidad correspondiente a la sustentación que le damos, es decir, cuanto mayor es la intensidad, duración y frecuencia con la que alimentamos esta idea, más “real” ésta se torna. Así es como nos mantenemos en comunicación espontánea con todos los que nos corresponden a nuestro modo de sentir.

Cada pensamiento, cada emoción emite ondas. Las ondas que emitimos crean agitación a nuestro alrededor. Cuando pensamos, expresamos el campo íntimo, produciendo palabras y actitudes. Mientras pensamos creamos formas-pensamiento o imágenes-moldes que arrojamos para nuestro exterior, por la atmósfera psíquica que nos caracteriza la presencia. Toda criatura dispone de oscilaciones mentales propias, por las cuales entra en combinación espontánea con la onda de otras criaturas desencarnadas o encarnadas. La combinación se da por afinidad de las inclinaciones, deseos y actitudes. Es la química inevitable del pensamiento. Por la proyección de nuestras ideas, nos vinculamos a las inteligencias inferiores o superiores en nuestro camino.

¿Cómo podemos usar toda esta información para mejorar el funcionamiento de nuestro cerebro, sintonizar con los trabajadores del bien y, como consecuencia, mejorar nuestra calidad vida? Os propongo un programa de entrenamiento. Un entrenamiento para el amor y la felicidad. ¡OJO! Ser feliz es trabajo duro, que exige disciplina y perseverancia. La buena noticia es que todos somos capaces de hacerlo. La no tan buena es que nadie lo hará por nosotros. La “mala” es que hasta que no lo hagamos, no tendremos el nivel vibratorio necesario para vivir en un planeta de regeneración… Nuestro programa de sintonía consciente tiene 4 elementos que giran alrededor de la fe. No una fe dogmática. La fe que nos atrae es razonada, que busca el porqué de las cosas, pero a la vez entiende que no existe razón sin emoción ni tampoco emoción sin razón.

Los cuatro elementos de nuestro programa son la el TRABAJO POR OBJETIVOS, las AFIRMACIONES POSITIVAS, la ORACIÓN, y la CARIDAD. Oraciones y afirmaciones positivas sin fe, no ayudan a sintonizar con los espíritus elevados; la caridad sin la fe es beneficencia, que no está mal, pero no es lo ideal; los objetivos sin fe te pueden conducir al éxito en el mundo, pero aquí, de lo que se trata, es de los valores del alma. Remanguemos la camisa para empezar. Así es como vamos a conseguir desarrollar todas las potencialidades de nuestra mente para el amor.

Os deseo a todos una buena semana de trabajo y cultivo de emociones y pensamientos elevados. Que Aquel que fue el amor encarnado nos ilumine el camino mientras decimos SÍ a su generosa invitación para colaborar con el bien y abandonar nuestro pasado de equivocaciones.

Cariños de la hermana menor.


FUENTES CONSULTADAS


1. Allan Kardec. El Libro de los Espíritus. Ed. 2006. Federação Espírita Brasileira.

2. Francisco Cândido Xavier y Waldo Vieira, por el espíritu André Luiz. Mecanismos de la mediumnidad. Ed. 2006. Federação Espírita Brasileira.

3. Francisco Cândido Xavier, por el espíritu André Luiz. No mundo maior. 1947. Federação Espírita Brasileira.

4. Elkhonon Goldemberg. La paradoja de La sabiduría. Ed. 2009. Crítica, Barcelona.

5. Daniel Goleman. Emociones Destructivas: Cómo entenderlas y superarlas. Ed. 2011. Kairós, Barcelona.

6. Eduardo Punset. Viaje al poder de la mente. Ed. 2010. Ediciones Destino, Barcelona.

7. Joao Ascenso. Evidências da neurosciência cognitiva provam a tese de Calderaro proposta no livro “No mundo mayor”, de André Luiz.

8. Moll, J. 2006. Human fronto–mesolimbic networks guide decisions about charitable donation. PNAS. October 17, 2006 vol. 103 no. 42 15623-15628.

2 comentarios:

  1. Hola! Yo y mi pareja tuvimos el placer de conocer el CEADS en el dia de la conferência, que nos llenó el alma de esperanza y de ganas de saber y conocer. No tuvimos la oportunidad de regresar, una vez que aun falta la organizacion del tiempo para que podamos hacernos activas al estudio y trabajo espiritual.
    Ayer, encontramos un reportaje en el periódico 'La Vanguardia' que és muy interesante y tiene todo a ver con la conferencia ofrecida por Janaina. Dejo el enlace, espero que os resulte interesante. Enhorabuena por el trabajo que haceis.
    http://www.lavanguardia.com/vida/20120130/54246824652/cientificos-exploran-relacion-cerebro-espiritualidad.html

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  2. Muchas gracias Larissa! Esperamos veros pronto en CEADS. Ahora miro el enlace que compartes.

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