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domingo, 11 de junio de 2017

La naturaleza de Dios

Hola familia,

ayer en CEADS en la clase de ESDE tratamos una vez más el tema más fundamental y a la vez inalcanzable de todos: Dios.


No sabemos qué es Dios. Nos dicen los espíritus que nos faltan sentidos para comprenderlo. Es orgullo pretender entenderlo en el nivel evolutivo en que nos encontramos. Admitimos su existencia, la deducimos a través de la observación de su obra. Nos reconocemos diminuta parte de su grandiosa creación. Y filosofamos acerca de su naturaleza. 

En este ejercicio filosófico, Kardec llegó a proponer algunos atributos de la divinidad. 

1 - Dios es eterno, es decir, no tiene comienzo ni tendrá fin.

2 - Dios es inmutable, no deteriora, no se transforma. Lo que es perfecto, no puede cambiar.

3 - Dios es inmaterial, no está sujeto a las transformaciones de la materia.

4 - Dios es Único. La causa primera de todo lo demás. 

5 - Dios es Omnipotente. Nada puede ser más poderoso que el que es el creador de todas las criaturas.

6 - Dios es soberanamente justo y bueno. Si procediera injustamente o con parcialidad aunque sólo fuera en una circunstancia o en relación con una sola de sus criaturas, ya no sería perfecto.

7- Dios es infinitamente perfecto. 


Kardec les preguntó a los espíritus:

"Cuándo decimos que Dios es eterno, infinito, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, soberanamente justo y bueno, ¿tenemos idea completa de sus atributos?

– Desde vuestro punto de vista, sí; porque creéis abarcarlo todo. Pero sabed que hay cosas superiores a la inteligencia del hombre más inteligente y para las cuales carece de expresiones vuestro lenguaje, limitado a vuestras ideas y sensaciones. La razón os dice, en efecto, que Dios debe tener esas perfecciones en grado supremo; porque, si careciese de una sola de ellas, o si no las poseyese en grado infinito, no sería superior a todo y por consiguiente no sería Dios. Por ser superior a todas las cosas, Dios no debe soportar ninguna vicisitud, ni tener ninguna de las imperfecciones que puede concebir la imaginación."
El Libro de los Espíritus

Así que humildemente reconocemos que alabamos algo que desconocemos, porque lo sentimos con toda su fuerza en nuestro interior. Su presencia intangible es innegable. Lo vemos en todas las cosas, lo reconocemos en su creación sólo para curvarnos. Algún día  volveremos a él, los que partimos sencillos e ignorantes de su seno, habiendo comprendido qué es. De momento, seguimos estudiando la Doctrina Espírita.

Cariños

Equipo de Divulgación 
CEADS


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